Lugares con mucha historia
La Catedral es uno de los monumentos más emblemáticos de Barbastro y en palabras de Chueca Goitia “uno de los salones más hermosos de nuestra arquitectura religiosa”. Construida como colegiata en el siglo XVI (1517-1533) sobre el solar de la antigua mezquita aljama, fue elevada a rango de Catedral en 1571. Aúna el estilo gótico y el renacentista y destaca el retablo mayor labrado en alabastro, de cuyo banco es autor Damián Forment, introductor del estilo renacentista escultórico en Aragón y artífice del Retablo Mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoza.
La Torre, símbolo de Barbastro, se levanta donde se situaba el antiguo alminar de la mezquita mayor de la ciudad, por eso se halla exenta del conjunto catedralicio. La planta es octogonal y el muro exterior que hoy admiramos cubre uno interior perteneciente a dicho minarete. Todos los días, a las 12 en punto del mediodía, suena desde la torre una sirena que tiene sus orígenes en la Revolución Industrial, pero que se ha quedado como tradición y acompañamiento en la vida cotidiana de los barbastrenses.
Principales Iglesias y Monasterios
Aunque esta pequeña capilla pública en el pasado perteneció a la antigua Cofradía de Santa Ana. Hoy cuidan de ella los comerciantes de la plaza del Mercado y de las calles Argensola y Romero.
Situada en el Camino San Ramón, la ermita actual es una construcción de medianas dimensiones que además del templo, ha añadido un edificio-residencia usado como casa de ejercicios y residencia escolar, propiedad del obispado. Esta ermita ocupa el lugar de la primitiva ermita de San Ramón, construida en el siglo XVI, y que en los años 40 fue reemplaza por la actual al hallarse en estado ruinoso.
La Iglesia de los Escolapios, que se encuentra pegada al primer colegio fundado en España por los Padres Escolapios en el año 1677 y activo en la actualidad, es de tipología jesuita, tiene planta de cruz latina, cúpula sobre crucero y una nave longitudinal a la que abren capillas. En su interior se pueden admirar pinturas del artista barbastrense Francisco Zueras.
Se encuentra en la parte alta de la ciudad, en el barrio del Entremuro. En las Crónicas del Convento de las madres Capuchinas se indica que “el lugar, el más alto de la ciudad, lo tuvieron que allanar por sus elevadas peñas y montes”. La primera piedra de la iglesia se colocó el 21 de agosto 1728 y se dedicó al Dulcísimo Nombre de Jesús. Dos hermanas del General Ricardos quedaron recluidas en el convento, Antonia Clara, que ingresó el 24 de junio de 1730 con veinticinco meses de edad y sobrevivió pocos años, y Antonia Inés, que tenía seis meses e ingresó el 10 de noviembre de 1732, una vez concluida la lactancia, y llegó a ser abadesa en varias ocasiones.
Todavía en vida del fundador, San Antonio María Claret, en 1869 fue instituida en Barbastro la Casa de Misioneros Claretianos. Aquí se iba a construir la primera iglesia de España dedicada al Corazón de María. Situada en la Calle Joaquín Costa, está fechada en 1888 y es una obra sencilla de ladrillo. En el interior, presenta una nave con tribunas sobre las capillas laterales que se prolongan en el crucero y presbiterio.
En el siglo XIII se instala en Barbastro la orden franciscana. La iglesia de San Francisco de Barbastro es, junto al recinto del claustro, actual Plaza de San Antón, el único vestigio que resta del desaparecido monasterio que aquí se ubicaba. Entre los siglos XVI y XVII y en dos fases sucesivas el espacio interior de la iglesia medieval se transformó. En ambos lados se abren dos capillas, una de finales del XVI y otra del XVII, con interesantes motivos mudéjar en su decoración. La primera abre en el lado derecho y se conoce como de los Claramún por haber servido de enterramiento a esta familia. Fue decorada a principios del siglo XVII por Rafael Pertús, pintor renacentista zaragozano. La decoración mural se completó con un bonito zócalo de azulejos probablemente salidos de los alfares de Muel (Zaragoza). Por una escalera se desciende a la cripta abovedada. Allí hay un banco corrido a lo largo de todo su perímetro. En este banco se colocaban los cuerpos de los difuntos; los muros de la cripta servían de respaldo a los cadáveres. Cerca de la cabecera se abre una pequeña capilla dedicada a Ceferino Giménez Malla “el Pelé”, gitano tratante de mulas beatificado en 1997 por Juan Pablo II. La escultura del beato es obra del artista Juan de Ávalos.
Templo de nueva construcción y finalizado en el año 2001. Es el primero dedicado en España al santo natural de Barbastro y fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer.
Situado a 673 metros de altura en lo alto de una colina, el Monasterio de El Pueyo ofrece una espléndida panorámica de la comarca del Somontano y de los Pirineos centrales y orientales. Desde fechas muy tempranas se venera en este lugar una imagen de la Virgen, aparecida sobre un almendro al pastor Balandrán allá por el año 1101.
El conjunto de este monasterio lo integran edificios de diferentes épocas y tipologías. Los más antiguos, de finales del siglo XIII, son el claustro y la iglesia. Destaca el conjunto del altar de la Virgen, cubierto por una cúpula decorada con pinturas del siglo XVIII de un pintor local, Diego Gutiérrez, llamado Dieguillo, coetáneo de Goya y Bayeu, pero de técnica mucho más academicista.
La biblioteca del monasterio atesora volúmenes de incalculable valor, como un incunable editado en Basilea, joya medieval del que sólo quedan siete ejemplares en el mundo.
Casas señoriales
Casa señorial del siglo XVII que muestra las características propias de la arquitectura civil del Renacimiento aragonés. Modelo de vivienda con cierto aire nobiliario que se generalizó en el siglo XVI en las ciudades aragonesas entre las clases acomodadas. La fachada de ladrillo se estructura en tres plantas y se remata en alero volado de madera tallada. En la actualidad acoge la sede en Barbastro de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Dirección: Calle Argensola, 60.
Casa solariega de los Baselga, linaje que aparece en la ciudad con la reconquista. Ejemplo de edificación renacentista de estilo aragonés. En la fachada del edificio con aspecto de palacio renacentista se abren grandes balcones y una hermosa galería con columnas que sostienen zapatas de madera. Sobre éstas descansa el precioso alero labrado de madera. Como sucedía en todas las casas de este lado del Coso, en la parte posterior existe un huerto o jardín para recreo de sus propietarios.
Dirección: Paseo del Coso, 37.
Edificio de planta trapezoidal con seis plantas en altura y ático. Su aspecto exterior, con grandes galerías, ventanas y barandillas de tubo le conferían desde el principio una acusada imagen racionalista de principios del siglo XX.
Dirección: Calle General Ricardos, 34.
Edificio de cinco plantas de cierto carácter modernista con fábrica de ladrillo y decoración en el mismo material, con motivos geométricos en resalte.
Dirección: Calle San Ramón, 23.
El Centro cultural Entrearcos fue levantado en el solar donde estuvo la casa natal de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Se trata de un edificio que actualiza las características de la arquitectura renacentista aragonesa, con fachada en ladrillo caravista, galería de arquillos en el piso superior y alero de madera.
Es uno de los mejores ejemplos de casa solariega del Renacimiento aragonés. En ella nacieron los hermanos Lupercio y Bartolomé Juan Leonardo de Argensola, y el general Antonio Ricardos. Merece la pena destacar su bellísimo alero de madera labrada, del siglo XVI, decorado con motivos de piñas colgantes, formas vegetales y otros motivos clásicos.
La historia del hospital de San Julián comienza en el siglo XVI aunque anteriormente ya consta la existencia de un hospital situado junto a la ermita del mismo nombre. Su apasionante historia también va ligada al paso por Barbastro del escritor George Orwell como herido de guerra o a la estancia entre estos muros de la querida y emblemática Julieta Always, famosa pintora de Barbastro de los años 40, bella, rebelde y avanzada a su tiempo, a quién se le ha dedicado la Plaza Julieta.
Desde 1999 y ya totalmente rehabilitado, este complejo histórico escribe una nueva etapa y uso a su trayectoria. El antiguo hospital se convierte en la sede del Consejo Regulador de la D.O. Somontano, su Museo y Espacio del vino y alberga también a la
oficina de turismo de Barbastro. Mientras tanto, la antigua iglesia de San Julián acoge el Centro de Interpretación del Somontano. Un lugar en el que confluye la oferta de turismo y vino de nuestro territorio convirtiéndose en el punto de partida ideal para todos los que visitan Barbastro y el Somontano.
A pesar de la profunda reforma realizada, la Plaza de Toros mantiene en algunas partes su aspecto original. Hoy en día alberga un pequeño Museo Taurino impulsado por un coleccionista privado de la ciudad. En él se exponen carteles de las ferias taurinas celebradas en Barbastro, así como otros recuerdos de figuras del toreo.
Los Puentes y las Fuentes más emblemáticos de Barbastro
El Puente del Portillo fue construido en el siglo XX de forma similar al que había anteriormente, que se construyó hacia 1600 y que fue volado en la última Guerra Civil. Ofrece una de las panorámicas más fotografiadas de Barbastro, gracias a las casas pintadas de colores que aparecen en el frontal.
El Puente de San Francisco, así como la puerta que conectaba con él, recibió su nombre del convento de la orden franciscana que se había establecido en la misma plaza en el siglo XIII. Hoy en día conecta dos zonas de plazas de Barbastro: la Plaza de la Diputación con la Plaza de San Francisco, ambas en pleno centro de la ciudad.
También conocido como el Puente de Hierro, se encuentra a las afueras de la ciudad, en la antigua carretera que unía Barbastro con Castillazuelo. Fue construido entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, y sobrevivió a la Guerra Civil gracias a que no pudo ser volado por las tropas republicanas. Aunque esté en desuso y algo oxidado por el paso del tiempo, vale la pena acercarse y hacer unas bonitas fotos con el río Vero de fondo.
La Prensa de Libra, situada en la calle Las Fuentes de Barbastro, es uno de los elementos patrimoniales más singulares de la ciudad. Creada en 1818 en Puy de Cinca, recuerda el tradicional proceso de transformación de la oliva en aceite, otro de los extraordinarios productos típicos del Somontano.
El paseo más refrescante y a la vez histórico de Barbastro es el que va por la calle de Las Fuentes. Comenzamos con las fuentes del Azud y del Vivero (que quiere decir hija del río Vero), ambas sepultadas, y más tarde desenterradas, cuando se realizaron las obras de canalización del río. La primera, la del Azud, es del siglo XV y su decoración es gótica. Se divide en tres cuerpos: en el inferior se sitúan cuatro cabezas de león en las que están los caños; en el medio, hay cinco arcos con pináculos; y el cuerpo superior se cierra con un arco y una decoración geométrica que enmarca el escudo de la ciudad. La segunda, la del Vivero, está decorada con un arco y sobre él se lee la siguiente inscripción que ha quedado como testigo de otro tiempo: “Ayuntamiento Republicano Federal 1872-1873”.
En la misma calle todavía se conserva la preciosa fuente de San Francisco, obra del escultor francés Jacques de Guertch en el año 1553. Como nota curiosa merece la pena destacar que en el contrato que firmó el escultor especificaba la duración de la obra, cinco meses, y el material que había de emplear, piedra caliza de Fonz.
Museos
A través de sus tres plantas se puede hacer un recorrido por los últimos 1.000 años del arte occidental. Los grandes estilos de la Historia del Arte: Románico, Gótico, Renacimiento y Barroco, son protagonistas de diferentes manifestaciones artísticas que se exhiben, todas ellas, cargadas de simbolismo: pintura, escultura, orfebrería, tejidos, documentos gráficos…
Situado junto a la Iglesia de los Padres Misioneros, este museo recuerda a los 51 Mártires misioneros claretianos fusilados en la Guerra Civil. En la cripta de la capilla se encuentran los restos de los jóvenes Mártires además de algunos de sus efectos personales. Junto a este museo se halla el Museo Claretiano, compuesto por dos salas dedicadas a San Antonio María Claret y a la actividad misionera de la congregación claretiana.
Plazas históricas
Su nombre proviene de la fecha para cuya celebración concedió el privilegio la Reina Germana de Foix, segunda esposa de Fernando el Católico, autorizando a la ciudad de Barbastro a organizar una feria “por día de la Purificación de Nuestra Señora del mes de Febrero doze días ante y otros doze después en cada un año”.
Esta plaza fue además el espacio físico donde el 13 de noviembre de 1137 se firmaron los esponsales de Doña Petronila de Aragón, hija del rey Ramiro II, con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer, que dieron origen a la creación de la Corona de Aragón. La boda de ambos esposos se celebró trece años más tarde en Lérida, en el mes de agosto de 1150, al alcanzar la reina la edad requerida por el Derecho Canónico para poder consumar el matrimonio, catorce años. De hecho, en el balcón del número 10 se puede observar un escudo pontificio.
Barbastro, Cuna y Corona
Recreación histórica de los esponsales de Doña Petronila, Reina de Aragón y Ramón Berenguer, Conde de Barcelona. Una cita de carácter histórico y medieval ambientado con conferencias, torneos, cortejos militares, justas y un mercado medieval en el que participan los comercios barbastrenses.
Al fondo de la plaza, en el centro, se encuentra el Ayuntamiento de Barbastro. La primera Casa Consistorial fue construida a finales del siglo XV bajo las órdenes del alarife moro Farag de Gali, maestro de obras del rey Fernando El Católico. En 1950 fue reformado, respetando los elementos característicos de las casas solariegas del Renacimiento aragonés. Su Salón de Plenos es uno de los espacios más emblemáticos, con paredes y techos ornamentados por el pintor barbastrense Francisco Zueras en 1947, al estilo clásico de los interiores de los palacios. El techo del Salón lo ocupa un gran escudo heráldico de Barbastro y, la parte noble, un busto del General Ricardos y otro de Lupercio de Argensola, además de cuadros de hombres ilustres de la ciudad.
En el lateral izquierdo de la plaza se encuentra la Casa de las Hermanitas de los ancianos desamparados, orden fundada en Barbastro en 1873 por Santa Teresa de Jornet y por el canónigo e historiador de la ciudad Saturnino López Novoa con la finalidad de asistir a los ancianos pobres, sin familia y sin medios. El edificio es en la actualidad una residencia de la tercera edad.
Cierra la plaza el Colegio de los Escolapios. Primer colegio fundado en España por los Padres Escolapios en el año 1677 y activo en la actualidad.
Desde sus orígenes, la Plaza del Mercado de Barbastro ha congregado a numerosos comerciantes y hortelanos que exponían vistosamente los cestos de “espinaques”, cebollas, judías, cardos, acelgas, pimientos, tomates, berenjenas, calabazas y todo cuanto en esta tierra criaban sus huertos. Y la tradición sigue igual de viva hoy en día. Cada sábado se celebra el tradicional mercado de frutas y hortalizas de la ciudad.
La plaza tiene la estructura tradicional de plaza porticada aragonesa, con la sucesión de porches de diversa factura pero a diferencia de otras esta no acoge ningún edificio de poder.
Paseando bajo las casas mas antiguas con soportales de baja altura puede verse que en las bovedillas de yeso, entre el entramado de vigas, se abren pequeñas ventanitas que tenían una función un tanto fisgona: solo levantando una pequeña baldosa del suelo bastaba para ver quién llamaba a la puerta.
Destacan dos edificios, ambos de estética historicista-modernista de principio del siglo XX: los Almacenes San Pedro y Casa Calonge, de aire neomudéjar.